LA DUENDE DE MI VECINA
Ya tiene más de medio siglo a las espaldas, pero sigue siendo la alocada que era a los veinte. La ves y te recuerda a un duende pizpireta. Metro y medio de estatura, pelo corto peinado a "lo despeinado" y teñido de rubio. Vive con su gata siamesa Shiva, y cuando llegas a su rincon te das cuenta que su piso es como mi casa pero con algunas paredes cambiadas de sitio, muy pocos muebles y todo pintado de blanco.
Si, y es que ANT. es mi vecina a la que voy una vez por semana para solucionar un problema que tengo (y que no pienso decir aqui porque me da vergüenza! :P). Cuando voy, me lleva al cuarto (que en mi casa es mi habitación) y me tumbo en la camilla. Y allí nos pasamos las dos horas que dura la sesion hablando y hablando mientras el incienso se va consumiendo poco a poco.
Yo sé que es una mujer fuerte, y por las cosas que me cuenta, veo que lo ha pasado MUY mal, pero mucho. Le hicieron un daño tremendo, se intentó suicidar y ha sufrido dos infartos. Aun así la ves, y está todo el día con la sonrisa en la cara.
Hoy me tocaba sesión, pero hace un ratito que me ha llamado medio llorando diciendo que hoy tampoco podía recibirme. Resulta que hace dos semanas tuvo un pinzamiento en la espalda. Eso es del trabajo, se pasa horas y horas con la espalda curvada hacia alante y eso al final pasa factura. Se me ha disculpado diciendo que le sabía mal, que esto era una mierda y que hoy tenia que ir a recojer unas resonancias.
Obviamente le he dicho que no se preocupe, que se mejore haciendo bondad al máximo, nada de trabajar un poquito como hizo la semana pasada porque así nunca se curará. Ahora me siento mal, porque está a dos porterias de mi casa y podría estar echándole una mano, aunque ella me ha dicho que no hacia falta que fuese. No sé.
Y es que a ANT. para mí no es esa persona a la que voy a... para que me haga un tratamiento de..., es algo más que eso. Una vez es el cuarto ese, entre la musica "zen" y "feng shui", el incienso y demás, se crea una especie de ambiente de confesiones y buen rollo. Le cuento mis penas y glorias, ella me aconseja y me dice lo que. Me explica vistorias y derrotas con una sonrisa en la cara. Nos explicamos chistes y nos reímos a carcajada limpia, y claro, en lo que es el tratamiento... mucho no avanzamos. No sé, es algo extraño porque la veo como una persona sabia que me puede aconsejar y decir..., que ha vivido la vide y que hoy en dia la vive como si el hoy fuese el ultimo día.
Y claro, dejarla ahora con el chungo este de la espalda me sabe mal. A ver si hace bondad y se cura. El viernes o así la llamará para ver como está. :)
Si, y es que ANT. es mi vecina a la que voy una vez por semana para solucionar un problema que tengo (y que no pienso decir aqui porque me da vergüenza! :P). Cuando voy, me lleva al cuarto (que en mi casa es mi habitación) y me tumbo en la camilla. Y allí nos pasamos las dos horas que dura la sesion hablando y hablando mientras el incienso se va consumiendo poco a poco.
Yo sé que es una mujer fuerte, y por las cosas que me cuenta, veo que lo ha pasado MUY mal, pero mucho. Le hicieron un daño tremendo, se intentó suicidar y ha sufrido dos infartos. Aun así la ves, y está todo el día con la sonrisa en la cara.
Hoy me tocaba sesión, pero hace un ratito que me ha llamado medio llorando diciendo que hoy tampoco podía recibirme. Resulta que hace dos semanas tuvo un pinzamiento en la espalda. Eso es del trabajo, se pasa horas y horas con la espalda curvada hacia alante y eso al final pasa factura. Se me ha disculpado diciendo que le sabía mal, que esto era una mierda y que hoy tenia que ir a recojer unas resonancias.
Obviamente le he dicho que no se preocupe, que se mejore haciendo bondad al máximo, nada de trabajar un poquito como hizo la semana pasada porque así nunca se curará. Ahora me siento mal, porque está a dos porterias de mi casa y podría estar echándole una mano, aunque ella me ha dicho que no hacia falta que fuese. No sé.
Y es que a ANT. para mí no es esa persona a la que voy a... para que me haga un tratamiento de..., es algo más que eso. Una vez es el cuarto ese, entre la musica "zen" y "feng shui", el incienso y demás, se crea una especie de ambiente de confesiones y buen rollo. Le cuento mis penas y glorias, ella me aconseja y me dice lo que. Me explica vistorias y derrotas con una sonrisa en la cara. Nos explicamos chistes y nos reímos a carcajada limpia, y claro, en lo que es el tratamiento... mucho no avanzamos. No sé, es algo extraño porque la veo como una persona sabia que me puede aconsejar y decir..., que ha vivido la vide y que hoy en dia la vive como si el hoy fuese el ultimo día.
Y claro, dejarla ahora con el chungo este de la espalda me sabe mal. A ver si hace bondad y se cura. El viernes o así la llamará para ver como está. :)
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