LADRÓN DE BICICLETAS

Si alguien quiere una buena dosis de pena y conmoverse, que mire esta película. De las últimas que he visto este año. De hecho, ha sido una de las pelis que nos pusieron en la facultad, en Historia del Cine, para hablar del Neorrealismo Italiano de la mano de Vittorio de Sicca.

Antonio Ricci es un hombre, probablemente un granjero, que ha tenido que emigrar a la ciudad para mejorar su vida y la de su familia después de la derrota de Italia en la II Guerra Mundial. Después de dos años sin empleo, consigue uno como fijador de carteles publicitarios. Para ello es necesario que tenga una bicicleta. Y ya no cuento más.

La peli en sí es desesperante y angustiosa. Vittorio de Sicca consigue hacernos estremecer y, como en mi caso xD, derramar lagrimillas por este desdicho. Y la gota que colma el vaso para todos los que somos sensiblones, es Bruno, el hijo de Antonio, que aporta una buena dosis de dramatismo a la historia.

Aunque los actores no eran profesionales ni grandes estrellas, lo hacen genial. Yo destacaría a Enzo Staiola, o Bruno. Menudo niño, con esa cara de inocencia propia de un nene de ¿ocho? años, pero a la vez, la madurez precoz adquirida en un entorno post-bélico.

Yo... es genial, no tengo palabras para esta peli. La vi en la uni, y hoy cuando he ido al Fnac la he visto allí puesta y no he dudado ni un plis en comprarla. Y cuando me la he puesto, he terminado llorando... y seguiré llorando cada vez que la vea.

Es una historia sencilla con la que cualquiera que haya pasado una post-guerra se puede sentir identifica, y los que no la hemos vivido, nos podemos llegar a hacer una idea de la desesperación que pululaba por esos ambientes suburbanos de emigrantes rurales que buscaban en las grandes ciudades una oportunidad para seguir adelante.

Lo dicho... Cine del bueno... del muy buenisisisisisimo!! xD