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El martes por la noche, discutí con una persona muy muy muy crecana a mí, de hecho, extremadamente cercana.
Todo vino a raíz de otra persona de la que ultimamente se habla "mal". Y siempre que esa persona habla mal de la otra conmigo, no sé por qué... pero acaba metiendome las bullas a mí.
La cosa se fue liando más. Hasta tal punto que esta persona me dijo algo que le grité hace cuatro-cinco años y que ni siquiera me acordaba de haberla dicho. Cuando lo comentó via cómo se le cristalizaban los ojos, y una lágrima caía por su mejilla. Entonces me di cuenta de que con ese comentario le había hecho mucho daño, pero mucho.
Me comentó que había cumplido lo que dije hace cuatro años. Ý entonces me fije que nuestra relación había sido cada vez peor, aunque yo me negase a verlo. Cada vez que nos veíamos era hablar lo mínimo, engaños (por mi parte :-/), hasta tal punto que en ciertos momentos, no era ni una palabra. Esta persona me decía que le hubiese gustado compartir las cosas conmigo, que ella no tuvo la misma suerte y que lo que más le dolía era que yo no contaba nada, y por eso no sabía si me preocupaba por las cosas, si no relfexionaba sobre lo que fuese; más que nada porque cuando me veía, yo nunca comentaba nada, o decía: Ya lo miraré o siempre acababa diciendo Ahora no me apetece hablar :_(
Y claro, la vi muy triste y me sentí realmente culpable. MUY culpable. Después me entró un nudo muy gordo en la garganta y acabamos esta persona y yo como Magdalenas.
Ahora lo pienso, y la verdad es que no había caído que le hubiese hecho tantisimo daño. Estos cuatro-cinco años lo ha estado escondiendo, creo yo; y en cierta manera ahora entiendo su comportamiento conmigo. Broncas a la mínima, discusiones por tonterías que yo no entendía, hasta tal punto que últimamente me sentía incómoda a su lado porque pensaba que si hacía algo me podía abroncar, y claro, yo me pondría en plan autista poniendo cara de pócker, y esta persona se picaría todavía más; y cuanto mas se picase, yo más sudaría del tema, y así como el pez que se muerte la cola. :-/
Es por eso que creo que el Martes, con el asunto de la otra persona, ella no pudo soportarlo más y me lo soltó. Jamás me había sentido tan y tan mal.
Ayer en la facultad todo el mundo (que era minimamente observador) me preguntaba que qué me pasaba: Joder, vaya careto que haces!, me solían decir... Y yo contestaba: Nada, cosas de familia.
Todo vino a raíz de otra persona de la que ultimamente se habla "mal". Y siempre que esa persona habla mal de la otra conmigo, no sé por qué... pero acaba metiendome las bullas a mí.
La cosa se fue liando más. Hasta tal punto que esta persona me dijo algo que le grité hace cuatro-cinco años y que ni siquiera me acordaba de haberla dicho. Cuando lo comentó via cómo se le cristalizaban los ojos, y una lágrima caía por su mejilla. Entonces me di cuenta de que con ese comentario le había hecho mucho daño, pero mucho.
Me comentó que había cumplido lo que dije hace cuatro años. Ý entonces me fije que nuestra relación había sido cada vez peor, aunque yo me negase a verlo. Cada vez que nos veíamos era hablar lo mínimo, engaños (por mi parte :-/), hasta tal punto que en ciertos momentos, no era ni una palabra. Esta persona me decía que le hubiese gustado compartir las cosas conmigo, que ella no tuvo la misma suerte y que lo que más le dolía era que yo no contaba nada, y por eso no sabía si me preocupaba por las cosas, si no relfexionaba sobre lo que fuese; más que nada porque cuando me veía, yo nunca comentaba nada, o decía: Ya lo miraré o siempre acababa diciendo Ahora no me apetece hablar :_(
Y claro, la vi muy triste y me sentí realmente culpable. MUY culpable. Después me entró un nudo muy gordo en la garganta y acabamos esta persona y yo como Magdalenas.
Ahora lo pienso, y la verdad es que no había caído que le hubiese hecho tantisimo daño. Estos cuatro-cinco años lo ha estado escondiendo, creo yo; y en cierta manera ahora entiendo su comportamiento conmigo. Broncas a la mínima, discusiones por tonterías que yo no entendía, hasta tal punto que últimamente me sentía incómoda a su lado porque pensaba que si hacía algo me podía abroncar, y claro, yo me pondría en plan autista poniendo cara de pócker, y esta persona se picaría todavía más; y cuanto mas se picase, yo más sudaría del tema, y así como el pez que se muerte la cola. :-/
Es por eso que creo que el Martes, con el asunto de la otra persona, ella no pudo soportarlo más y me lo soltó. Jamás me había sentido tan y tan mal.
Ayer en la facultad todo el mundo (que era minimamente observador) me preguntaba que qué me pasaba: Joder, vaya careto que haces!, me solían decir... Y yo contestaba: Nada, cosas de familia.
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Rosita -